Colección de Monedas Ancianas. (mdelvalle - Rep. Argentina)
¡¡¡ Siempre en crecimiento !!!
Corinto
(griego Κόρινθος, Kórinthos)
Es una ciudad del Peloponeso en Grecia, capital de la unidad periférica de Corintia.
Tuvo una gran prosperidad desde la época clásica, y allí se encuentra uno de los templos más importantes dedicado al dios Apolo, con columnas forjadas en una sola pieza y basamentadas en la roca, cosa poco habitual en las construcciones dóricas.
Está ubicada en el istmo de Corinto, de unos 6 km de ancho, que une el Peloponeso con la Grecia continental, a unos 78 km al oeste de Atenas y sobre las faldas del monte Acrocorinto. Según el censo de 2001 es la segunda ciudad más poblada del Peloponeso. Tiene unos 300 000 habitantes.
Sobre este Istmo se construyó el canal de Corinto (1881-1893), un estrecho pasadizo que sirve de comunicación entre el norte del Mediterráneo y el mar Egeo. Este estrecho ya había sido ideado por los romanos para ahorrarse unos 600 km de navegación rodeando el Peloponeso, pero no fue sino hasta el siglo XIX que pudo llevarse a cabo. Su puerto principal es el Lequeo, en el golfo de Corinto, que da salida al mar Jónico y a través de él al mar Adriático.
Corinto, ya en la antigüedad, fue una importante ciudad comercial, donde llegaron a establecerse los fenicios para dedicarse a lo que mejor hacían: el comercio.
Fue una de las primeras ciudades griegas en utilizar la moneda. Éstas eran muy importantes debido a la actividad principal de la ciudad. Las primeras de ellas fueron acuñadas en el siglo VII A.C. Tenían diversos motivos, figuras mitológicas, animales y otras acompañadas de pequeños símbolos que las distinguían.
En esta ciudad se celebraban los juegos Ístmicos, de similares características a los celebrados en Olimpia aunque menos famosos que éstos.
En 223 A.C., la ciudad fue ocupada por Antígono III Dosón que la quería como base contra la Liga Etolia y Cleómenes. Filipo, hijo adoptivo de Antígono la conservó hasta que fue derrotado en la batalla de Cinoscéfalas (197 A.C.) y Corinto fue declarada ciudad libre por los romanos y unida a la Liga Aquea otra vez. Una guarnición romana se estableció en el Acrocorinto. Corinto fue después capital de la Liga y fue allí donde los embajadores romanos fueron maltratados lo que provocó el ultimátum del Senado Romano a la Liga. Derrotada ésta, el cónsul romano, Lucio Mummius Achaicus entró en Corinto sin oposición y se vengó de la ciudad y sus habitantes: los hombres fueron ejecutados y las mujeres y los niños fueron vendidos como esclavos; las obras de arte fueron llevadas a Roma y la ciudad fue saqueada y destruida (146 A.C.). Continuó despoblada y destruida unos cien años y su territorio fue entregado a Sición o fue hecho ager público. El comercio se trasladó a Delos.
En el año 46 A.C., Julio César, decidió reconstruir la ciudad y envió una colonia de veteranos y hombres libres (Colonia Julia Corintia o Colonia Juli Corint o Colonia Julia Corintia Augusta, según las diferentes inscripciones). La ciudad se recuperó (44 A.C.) y cuando Pablo de Tarso la visitó en el siglo I, era una ciudad importante, capital de la provincia de Acaya, y residencia del procónsul de Acaya Junius Gallio. Pablo de Tarso fundó un grupo cristiano el año 50, al cual dirigió sus epístolas. En el siglo II, fue visitada por Pausanias y tenía numerosos edificios. Continuó siendo la capital de la provincia romana de Acaya durante todo el Imperio romano. En 395 fue saqueada por Alarico I y en 521 fue destruida por un terremoto.
Corinto se caracterizó por la difusión del arte. Pinturas, esculturas de mármol y bronce, y las famosas jarras de terracota estuvieron entre las obras que se producían. También fue una ciudad donde se desarrolló la poesía, pero en cambio no hay noticias sobre sus oradores.
Los corintios tenían predicamento de ser sexualmente liberales, a los que contribuía el hecho de tener un puerto con un gran tránsito de mercancías, y por lo tanto, con gran afluencia de marineros de muchos lugares. En el santuario de Afrodita, sito en el Acrocorinto, se practicaba la prostitución sagrada, y tenía más de un millar de heteras esclavas.3
El emperador romano Adriano la embelleció alcanzando gran prosperidad.
Pero tanta opulencia atrajo a otros pueblos para saquear sus riquezas. Estos pueblos fueron los hérulos en el siglo III, los visigodos en el siglo IV y en el VIII los eslavos.
Por lo demás, siguió la suerte del resto de Grecia y por tanto perteneció sucesivamente a los emperadores bizantinos de Constantinopla. Fue conquistada por los francos en 1205, luego por los venecianos y en 1459 por los otomanos.